Mercado

A traves de diversas obras del museo, como esta escena de mercado de Joachim Beuckelaer, podemos comprobar la implicación de las mujeres en tareas agrícolas y ganaderas y en la transformación de los productos que esa economía genera; también su participación en el comercio al por menor. Así podemos descubrirlas como vendedoras en tabernas y panaderías o al frente de puestos de venta de aves, huevos, pescados, frutas y verduras. No es fácil, sin embargo, encontrar a las mujeres en las reuniones o tratos del comercio internacional o representadas con elementos simbólicos que sugieran esa implicación.

Independientemente del carácter decorativo o de exhibición de productos que pudieran tener estas obras, resultan sumamente interesantes como documentos que nos permiten acercarnos a las funciones comerciales de las mujeres e impulsar nuevas líneas de investigación.

Es fácil observar que las mujeres representadas en actividades comerciales suelen asociarse a edades diferentes. Las leyes, sin embargo, les pusieron límites para ejercerlas en función de la edad y el estado civil. Estas representaciones laborales también nos permiten preguntarnos por los saberes que exigían y las formas de acceso a ellos. El mito de la ausencia de formación de las mujeres se desmonta continuamente: cada sistema social autorizó e incluso impulsó, en cada grupo social, la tipología de formación femenina que contribuía a mantenerlo.